Erial es 100% tinta fina con una estancia en barrica 80% roble francés y 20% roble americano de 12 meses.
Rebosante de color, muy vivo.
Nariz franca con buena fruta negra madura, regaliz negro y recuerdos minerales con tonos cremosos y ahumados del roble y un final especiado.
En boca es estructurado, con un tanino amable y bien fundido, carnoso y con fruta concentrada, muy sabroso, equilibrado y con sensación refrescante debida a una buena acidez.
Erial es un 100% Tinta fina (Tempranillo en Ribera del Duero).
Tiene una crianza de 12 meses en barricas de las cuales el 75% son roble francés y el 25% son roble americano.
Erial procede de viñas de una edad entre una horquilla de 20 a 70 años. Son viñas estabilizadas con unos suelos calcáreo-arcillosos y calcáreo- arenosos.
Todas las viñas están en la parte norte del valle del Duero, en la villa de Pesquera de Duero, lo que hace que tengan una orientación predominantemente sur o sur-oeste.
Este dato marca claramente los vinos producidos en la zona pues favorece unas óptimas maduraciones en la viña, producidas por su óptima insolación.
Las crianzas, desde maloláctica, realizadas ya en la barrica bordelesa de 225 litros.
Todas las barricas de Bodegas Epifanio Rivera tienen una edad máxima de 3 años. Cambiándose todo el parque de barricas por tercios.
Se cría 12 meses en barrica para conseguir el peculiar estilo de Erial, donde la fruta es fortalecida por la madera sin taparla en ningún momento.
En consecuencia de lo anterior podríamos calificar a Erial de un vino con una muy alta concentración polifenólica, con un color oscuro violáceo de capa alta.
La nariz es muy compleja donde aparece fruta negra y roja a veces compotada predominando sobre el conjunto, armonizada con toques de finas maderas y tostados muy especiados.
En boca estaríamos hablando de un vino vivo, con una boca equilibrada que tiene mucha evolución por delante y que debe mejorar con el horizonte de los años. El tiempo óptimo de consumo sería desde ahora a 10 años de guarda.
Es un vino que le suele gustar a la sumillería porque marida muy bien con todo tipo de carnes y algún pescado, sin olvidar que por la naturaleza y estructura del vino, le vienen mejor las comidas más grasas.