Este concurso de aceite de oliva está considerado como uno de los más grandes y prestigiosos del mundo por su neutralidad respecto de los grandes países productores, España, Italia y Grecia. La lista anual de ganadores de los premios se considera la guía autorizada de los mejores aceites de oliva virgen extra del año. El jurado, compuesto por un equipo de los mejores profesionales de la cata procedentes de 13 países, analizó durante cinco días los 1.000 aceites de todo el mundo que se presentaron.
Estos galardones se suman a los obtenidos recientemente en la Los Angeles International Extra Virgin Olive Oil Competition, donde se presentaron 500 aceites de todo el mundo. El certamen, que este año celebra su veintiún aniversario, es uno de los más importantes en Estados Unidos y quinto en todo el mundo.
La marca Olirium fue creada en 2008, pero sus orígenes se remontan hasta el año 2001, cuando se plantaron los primeros olivos. A día de hoy la cifra alcanza los 3.500 árboles propios y otros tantos arrendados. Cuenta con una finca de 15 hectáreas de olivos en Fontanilles (Bajo Ampurdán), a 35 metros por encima del nivel del mar, y tiene presencia comercial en los mejores establecimientos de España y ha iniciado la exportación al Reino Unido y Australia. Olirium tiene una producción anual de unas 20.000 botellas de aceite. Su prestigio está avalado por la calidad y la excelencia de sus aceites, y por el respeto por la tierra que cultivan. El resultado es un producto exclusivo para restauración, hostelería y tiendas gourmet que valoren la calidad.
El nombre Olirium proviene de la unión de las palabras oli y delirium (en latín), que muestra a la perfección la pasión y entusiasmo por el aceite que sienten sus creadores. Pasión que empieza en el campo y se refleja en su compromiso con la tierra como agricultores responsables. Una ilusión hecha realidad.
En la finca del Ampurdán, donde conviven árboles centenarios con árboles jóvenes, se produce aceite de máxima calidad mediante procesos de agricultura regenerativa y ecológica. No seusan herbicidas ni pesticidas químicos o sintéticos. Se revitaliza el suelo con cubiertas vegetales específicas, para mejorar el ecosistema aumentando así la materia orgánica y capturando el carbono en el suelo. Su pequeña pero firme contribución a reducir los problemas generados por el cambio climático.
Tras la cosecha, que tiene lugar entre octubre y noviembre, el aceite se elabora en el Molí de Mas Auró de Esponellà (Pla de l’Estany, Gerona), uno de los molinos más premiados y más modernos de España.