La firma aragonesa Araven vuelve a mostrar su liderazgo en el diseño y fabricación de cestas y carros de la compra para el equipamiento de establecimientos comerciales con un nuevo avance. Todos sus productos se fabrican desde este mes con material reciclado, dentro del compromiso de la empresa con un modelo de negocio basado en la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, además de la seguridad e higiene.
Araven ya fue la primera empresa, hace diez años, en lanzar al mercado una cesta con materiales reciclados. Y el pasado mes de febrero presentó en la feria internacional Euroshop celebrada en Alemania su línea Oceanis, una gama completa de cestas y carros elaborados con plástico marino reciclado, procedente de redes y aparejos de pesca desechados. Con el nuevo paso de ampliar todavía más el proceso de reciclaje, Araven ofrece en el mercado un equipamiento completo de retail sostenible, con artículos para las necesidades de cualquier comercio, desde tiendas de conveniencia a supermercados e hipermercados.
Cómo se fabrican las nuevas cestas recicladas para hostelería
A partir de ahora, el plástico reciclado es ya parte de la materia prima del modelo estándar -en color gris y con asas personalizables en varios colores- de la cesta con asa telescópica ShopRoll, en todos los tamaños: 34, 45 (otra novedad presentada este año en la feria Euroshop), 52, 55, 65 y 80 litros. Igualmente en los modelos del carro compacto Loop, con 100, 160 y 200 L, ampliables con cesta multiusos.
Todos estos artículos se fabrican inicialmente con un 25% de granza de plástico reciclado marino, seleccionado por empresas especializadas y certificado en sus características técnicas, contribuyendo así a la reducción de emisiones energéticas y de producción de desechos. Este porcentaje garantiza todas las cualidades técnicas y mecánicas que han dado su prestigio a Araven, pero su Departamento de Investigación y Desarrollo sigue trabajando en fórmulas y tecnologías para aumentar la proporción y avanzar cada vez más en su compromiso por el uso eficiente de los recursos y la economía circular.
Con este mismo fin, la empresa ha hecho un esfuerzo para asumir el coste añadido del reciclado y mantener el precio de cestas y carros para así ayudar a los comercios a cumplir con su Responsabilidad Social Corporativa y colaborar en la protección del planeta.
LÍNEA OCEANIS CON MATERIAL MARINO RECICLADO
Los clientes de Araven pueden optar también por la línea Oceanis, que con su característico color verde agua, ofrece el mismo equipamiento integral y las mismas características de plástico reciclado. La diferencia es que en este caso el material reutilizado procede exclusivamente de restos de aparejos de pesca, una de las principales causas de la contaminación marítima, para dar visibilidad así uno de los principales retos medioambientales planteados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Con este propósito, los productos Oceanis se identifican con el color verde agua característico de las redes y además parte de los beneficios de sus ventas se donan a la ONG internacional Plastic Change.
Antes de estos nuevos lanzamientos, Araven ya había comercializado en 2010 una cesta ShopRoll de 34L con materiales reciclados, que posteriormente se extendió a la de 52L, con una producción anual media de 100.000 unidades (una de cada siete cestas vendidas es ya reciclada). Estos productos sostenibles han supuesto un ahorro anual medio de 100 toneladas de dióxido de carbono, una de las principales causas del calentamiento global de la Tierra por el efecto invernadero, así como de la acidificación del océano. La implantación del uso del plástico reciclado en toda la gama podría multiplicar este ahorro por cinco, dejando de emitir otras 400 toneladas adicionales de CO2. Un logro que se ha querido resumir con el lema "El planeta pedía un respiro y en Araven lo hemos escuchado", con el que se presenta la nueva acción.
En suma, Araven progresa en su compromiso por el medio ambiente, reduciendo tanto la entrada de materiales como la producción de desechos, y ayuda a que comercios y consumidores también colaboren en este objetivo, dentro de su apuesta estratégica por asumir los objetivos empresariales de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible y llevarla también al conjunto de la sociedad. Unos fines cada vez más necesarios para luchar contra el calentamiento global del planeta e incluso, según algunos estudios (Universidad de Harvard, Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg o Universidad de Brown), reducir la expansión y efectos de brotes infecciosos como el coronavirus.